Intervención en el Silo de Santa Catarina da Fonte do Bispo, Tavira (Portugal)
El silo presente
Ante la mirada del pueblo en el
que emerge, su presencia resulta invasiva, poderosa. Pareciera registrar los
trasuntos de sus habitantes, vigilar sus rutinas y ocupaciones.
El silo ausente
A la vez es invisible.
Abandonado, resiste las embestidas del tiempo sin conocer una realidad distinta
a la de su desgaste. Sus vecinos se han acostumbrado a su ausencia, han olvidado su presencia.
El silo
El simple gesto de tender una red
desde su torre, colgar objetos y convertirlo en un expositor consigue poner de manifiesto ausencias y presencias. Una llamada de auxilio, una perturbación que busca
reacciones y respuestas. Lanzar una mirada y preguntarse qué hace allí ya es
una mano tendida, una luz que se enciende, una puerta que se abre a su futuro.