Juan José Mejías Rodríguez, Antonio Onieva Molina, Miguel F Rabán Mondéjar
Proyecto de vivienda colectiva, rehabilitación y uso público de la Fábrica de Sombreros Fernández Roche, Sevilla
El lugar de intervención se sitúa en la zona de crecimiento norte del casco histórico, integrada en el eje norte-sur a través de la calle San Luis y situada en paralelo con respecto a la Alameda de Hércules.
La Fábrica de Sombreros Fernández y Roche se fundó en 1885, en un taller de la calle Maravillas, en el barrio de San Luis. Con los años, las instalaciones fueron ampliándose a través de parcelas contiguas. En 1917 comenzaron a realizarse los productos con el mismo sistema de trabajo y medios mecánicos que han llegado hasta prácticamente nuestros días, por ello esta fábrica reviste un excepcional interés para la arqueología industrial. Se encuentra ubicada Calle Heliotropo nº 3 y 4, y su ampliación más notable fue proyectada por el arquitecto José Espiau y Muñoz.
La Fábrica de Sombreros se encuentra encajada en una compleja manzana conformada a partir de las calles Castellar-Maravillas-Inocentes-Infantes. Su acceso tiene lugar a partir del callejón Heliotropo pero se hace factible su conexión con los dos viales laterales. Su morfología se ve claramente influenciada por la adición de fragmentos en el tiempo y la acomodación de las parcelas anejas.
La Fábrica fue creciendo hasta la mitad del siglo XX, con una estética regionalista, quedando como resultado este mundo de diferentes espacios suma del proceso de producción del sombrero, en el cual se realizan hasta sesenta operaciones, la mayoría de las cuales se realizaban en las grandes naves.
El conjunto, por tanto, se compone principalmente de las tres naves y una chimenea de fábrica de ladrillo. La estructura de estas se realiza mediante muros de carga de fábrica de ladrillo visto y estructura metálica, independiente en planta baja.
La unión de estas tres naves se realiza mediante un núcleo de escaleras situado en el centro de las tres, constituyendo el único elemento que da acceso a la planta superior. Por ser el nexo de unión entre tres entes de distinta naturaleza, esta comunicación vertical, era formalmente y funcionalmente débil, ya que no ejercía de eje vertebrador del flujo vertical.
Para entender el conjunto de piezas y sus relaciones es preciso hacer especial hincapié en la matriz en que se disponen. Uno de los aspectos fundamentales es la falsa masividad de la manzana, en la que apenas se vislumbran espacios abiertos, aunque una gran parte de superficie se haya a la intemperie con cubriciones adheridas.
El flujo más interesante se caracteriza por su marcada diagonalidad: Partiendo del acceso por C/Heliotropo, se establece una continuidad que atraviesa los dos elementos más emblemáticos de la fábrica, como lo son la chimenea y la caldera, para penetrar por la entrada principal de la nave C. Una vez alli, la salida al patio cubierto de la calle Inocentes genera una interrupción evitable entre la misma y el otro lado de la manzana.